Tu vestido agua marfil Salió volando a todos lados Estallo en un mar sin fin Sirenas cantaban al costado Circulares agua marfil Saltaban van para todos lados Me perdí volandote Y encantado del lugar callado Tu cuerpo bailaba Tu risa lo acompañaba Y el agua marfil uniéndonos más así Nubes agua marfil Atormentaron lo inatormentado Tan grande tu lago que mis gritos no llegaron Tu cuerpo bailaba Mi cabeza se enroscaba Y el agua marfil confundiendo más aquí Corramos juntos, no mires atrás Corramos juntos, no mires atrás, hay humedad https://ustedsenalemelo.bandcamp.com/track/agua-marfil
El 2 de abril de 1982, es cuando el gobierno militar de la Argentina, a raíz de un conflicto planteado en las Islas Georgias del sur, decide tomar las Malvinas a las fuerzas, iniciando una guerra corta, pero muy sangrienta. Los argentinos, ocuparon las islas y consiguieron desalojar al Gobernador británico, donde en poco tiempo se creó una gobernación militar Argentina, para cambiar el nombre de Puedo Stanley, por el de Puerto Argentino. El gobierno inglés, una vez más sin piedad, enseguida envió una gran flota hacia el Atlántico sur con la determinación de querer recuperar las Malvinas. Allí los combates terminaron con un triunfo inglés el 10 de junio del mismo año, donde las islas volvieron nuevamente a ser de dominio británico. Desde entonces, al día de hoy, el gobierno de ese país sin pena ni culpa decidió fortalecer su presencia en las islas, fomentando diferentes actividades en ellas, incrementando el poderío militar con armamentos y hasta un destacamento de soldados que (s...
Q ue un elefante ocupa mucho espacio lo sabemos todos. Pero que Víctor, un elefante de circo, se decidió una vez a pensar “en elefante”, esto es, a te- ner una idea tan enorme como su cuerpo... ah... eso algunos no lo saben, y por eso lo cuento: Verano. Los domadores dormían en sus carroma- tos, alineados a un costado de la gran carpa. Los ani- males velaban desconcertados. No era para menos: cinco minutos antes, el loro había volado de jaula en jaula comunicándoles la inquietante noticia. El elefante había declarado huelga general y propo- nía que ninguno actuara en la función del día siguiente. –¿Te has vuelto loco, Víctor? –le preguntó el león, asomando el hocico por entre los barrotes de su jau- la. –¿Cómo te atreves a ordenar algo semejante sin haberme consultado? ¡El rey de los animales soy yo! La risita del elefante se desparramó como papel pi- cado en la oscuridad de la noche: –Ja. El rey de los animales es el hombre, compañero. Y sobre todo aquí, tan lejos de n...
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